Los contenidos de este blog van desde la Psicología a la Antropología, pasando por la Historia o la Pedagogía. Esta mezcla abigarrada de disciplinas y temas tiene para mí un sentido claro y este sentido es que todas ellas son ciencias sociales o humanas, intensamente interconectadas unas con otras, debido a que todas ellas tienen un común objeto de estudio: el ser humano. Aunque cada una de ellas tenga su propia metodología e instrumentos de trabajo y de análisis, que les otorgan su propia personalidad.

miércoles, 10 de agosto de 2016

Hermetismo y conocimiento

Suele asociarse al hermetismo la idea de que el conocimiento es algo oculto que, de algún modo hay que desvelar. Esto último tiene repetidos ejemplos, de los cuales el más conocida quizás sea el del velo del templo de Salomón, que hace referencia a grandes y temibles secretos custodiados por la divinidad. Junto con este famoso mito, casi todo el pensamiento religioso se abona a esta idea de que el conocimiento está oculto por numerosos misterios que hay que desvelar, estando protegidos estos misterios por muy diversas formas de tabú. De este modo, la Revelación se convierte en desvelamiento de un secreto, no de una realidad que se construye y se conoce a sí misma.
Sin embargo, el conocimiento científico contemporáneo parece caminar por otros derroteros. Se ha llegado a igualar el acto de la transmisión de conocimiento (publicarlo) con la transmisión en sí, y todo este conocimiento se ha transformado en todo un "caldo primordial" en el que nacen las nuevas ideas o líneas de investigación y pensamiento.
Aún así el concepto de investigación posee todavía connotaciones derivadas de los planteamientos herméticos, puesto que está muy relacionado con descubrir, en lugar de construir. Aún así la idea de descubrir parece tener más prestigio que la de construir el conocimiento, que no es exactamente lo mismo que en su acepción de inventar. Un "invento" puede ser un simple refrito de ideas y conocimientos previos, pero construir el conocimiento puede significar avanzar en lo que sabemos de la realidad.
Una realidad que puede ser un a priori, pero que el conocimiento que se tiene de ella no parece serlo, sino que más bien es el conocimiento de esa realidad el que se construye.
Por todos estos motivos el hermetismo no parece ser el enfoque más adecuado y se nos presenta como opuesto al conocimiento científico. No obstante, eso no quiere decir que gran parte de la labor de conocimiento no sea, en gran medida, desvelar lo que se nos oculta. En este sentido, todos los ritos iniciáticos que pretenden ser la puerta del conocimiento no tienen más sentido que buscar el monopolio del saber, más que transmitirlo o encontrarlo.
Una idea muy relacionada con el Hermetismo es la de Misterio, y la época en que tuvieron su auge los cultos mistéricos, resultó ser la del abandono del camino acelerado hacia el desarrollo del método científico. Y este parón no pudo desembocar en otra cosa que en la Alta Edad Media.