Los contenidos de este blog van desde la Psicología a la Antropología, pasando por la Historia o la Pedagogía. Esta mezcla abigarrada de disciplinas y temas tiene para mí un sentido claro y este sentido es que todas ellas son ciencias sociales o humanas, intensamente interconectadas unas con otras, debido a que todas ellas tienen un común objeto de estudio: el ser humano. Aunque cada una de ellas tenga su propia metodología e instrumentos de trabajo y de análisis, que les otorgan su propia personalidad.

miércoles, 23 de agosto de 2017

Símil y metáfora

Cuando se habla de creatividad, con frecuencia ello se hace en términos tan abstractos, que el receptor del mensaje no puede menos que pensar que los que hablan tanto de creatividad, carecen bastante de la misma. Así pues, vamos a intentar poner algo de creatividad a la creatividad, empezando por hacer una comparación entre dos figuras retóricas, pero a la vez procesos de pensamiento denominados símil y metáfora.
Más por intuición que por otra cosa, adivinamos en la metáfora, que no es sólo una figura retórica, sino también una de las formas del pensamiento, una complejidad y riqueza que no se da en el símil.
No se trata de que pensemos que la metáfora represente la categoría de "crear" ex novo, tal como se describe en la mayoría de mitologías conocidas, sino que percibimos en ella una cierta cualidad de hacer aparecer algo que no estaba antes, aunque sea por "refundición" de lo que antes había. Es decir, que los materiales son los mismos, pero el producto es nuevo (o al menos así lo parece) y original. Por el contrario, el símil se limita a emparejar dos ideas y hallar las diferencias y similitudes entre ellas; no podemos decir que aparezca algo nuevo.
La metáfora hace brotar nuevas ideas, el símil avanza en el conocimiento de las ya conocidas, pero no se atreve a recombinarlas y exponerse al fracaso. Según esto, parece que la creatividad enlace imperceptiblemente con el valor y la autoconfianza. El símil nos parece que nos invita a la repetición, que sin ser desaconsejable, no por eso es menos necesario el otro mecanismo mental que implica la metáfora y la creatividad.
Además de lo expuesto, podemos pensar que existe otro tipo de creatividad "por descubrimiento", en el que ya no se trata de de recombinar elementos previos, sino de ver de una forma diferente la combinación preexistente. Pero este último análisis habrá que hacerlo en otro momento.
De cualquiera de las maneras, nos planteamos que el estudio y fomento de la creatividad está falto de algunos intentos en esta línea, y que se desentrañen los procesos que hay bajo ellos y nos ayuden a entenderlos.