Los contenidos de este blog van desde la Psicología a la Antropología, pasando por la Historia o la Pedagogía. Esta mezcla abigarrada de disciplinas y temas tiene para mí un sentido claro y este sentido es que todas ellas son ciencias sociales o humanas, intensamente interconectadas unas con otras, debido a que todas ellas tienen un común objeto de estudio: el ser humano. Aunque cada una de ellas tenga su propia metodología e instrumentos de trabajo y de análisis, que les otorgan su propia personalidad.

viernes, 17 de febrero de 2023

¿Consumir flamenco o crear flamenco?

     Hemos oído en algunas ocasiones que el flamenco es nuestra música clásica. En relación con esto, y recordando el título de un conocido programa de televisión (clásicos populares). sólo que en el caso del flamenco, podríamos decir que éste es más una música popular que se ha hecho clásica que al revés, no una música clásica que se ha hecho popular. Porque el flamenco es popular o no es flamenco. Pero ¿qué es popular?¿lo que sale del pueblo o lo que el pueblo admira, porque está producido por gente que el pueblo admira, porque se les considera los mejores ejecutantes?: los "artistas". Pero esa es una forma pasiva de vivir la cultura, pues de este modo ésta pierde gran parte de su valor como vehículo de expresión de lo colectivo; parte de ese colectivo queda alienado de ese producto cultural, desplazándose el proceso creativo de ese producto cultural hacia fuera de sus límites naturales. Es decir, se produce una alienación del flamenco de sus creadores y legítimos propietarios: los andaluces, y todos cuantos pertenecen a su área cultural. Es decir, se produce un latrocinio cultural.

     Algunos dirán: bueno, es un producto cultural andaluz, pero ahora es universal, y pertenece a toda la humanidad, tal y suelen afirmar del jazz, por poner un ejemplo similar.

     Pero este latrocinio planificado está disfrazado de hurto casual y muchos caen en la trampa de confundirlos. Y sin embargo, no es un hurto casual, porque quienes defienden ese supuesto universalismo del flamenco, lo hacen desligándolo de su fuente, lo que en el caso del flamenco equivale a dejarlo inerme. Y de paso, aprovechan para comercializarlo y venderlo como un producto comercial más. Una vez en el mercado, el flamenco se convierte en producto más con el que se mercadea, y del que se intentan obtener plusvalías. A partir de esta realidad, se desencadena una dinámica que potencia a los ejecutan bien ese producto cultural (los artistas) y deja al margen a "los aficionados"; de este modo, la mayor parte de los miembros de la cultura que produce el flamenco, queda reducida a un papel de consumidores de cultura, mientras que ésta, supuestamente, la producen muchos creadores ajenos a la cultura de origen.

     Y así, una vez convertidos en meros consumidores del flamenco, se consuma el proceso de alienación del flamenco a los andaluces.