Cuando habitualmente se oye hablar de movimientos sociales, suele ser refiriéndose a ellos como organizaciones más o menos informales y más o menos desconectadas de organizaciones políticas.
Se suele considerar que esos movimientos sociales son algo comprometido con la sociedad y altruista, ligeramente superior en lo moral a otras instituciones y gozando de más independencia sus miembros.
Pero esta concepción lleva implícita una contradicción: ¿Cómo puede ser un movimiento algo que, a la vez, es una organización?, es decir algo que, por antonomasia, es estático.
Mario Diani (2015), hace relativamente poco tiempo, ha planteado esta necesidad de redefinición, y para ello hizo entonces una revisión de las distintas versiones del concepto presentes entonces. Pero ninguna de ellas parece que represente ningún avance conceptual significativo, y tampoco el autor parece que innove más allá de una detallada revisión.
Aparentemente el problema parece estar derivado del viejo estructuralismo: se fija mucho la atención en la organización, las relaciones que hay entre los protagonistas, sus roles...
Quizás lo primero que habría de hacerse es ver cuántos tipos de movimientos hay. Podríamos distinguir entre movimientos dirigidos a producir cambios sociales hacia nuevas situaciones y movimientos dirigidos a mantener lo que hay, o a volver a situaciones anteriores. Éstos suelen ser movimientos pendulares y casi previsibles.
También podríamos considerarlos con respecto a las ideas, los valores, los hábitos, las costumbres, los gustos estéticos... en gran parte relacionados con cambios en los medios y en las relaciones de producción y con cambios, sutiles o no, producidas en éstas.
Estos cambios producen, a su vez, cambios en las estructuras sociales, con nuevas clases y subclases emergentes, que ocasionan por sí mismos corrientes o movimientos más o menos espontáneos, de adaptación a las nuevas situaciones: a estos cambios podríamos denominarlos movimientos sociales.
El feminismo
En cualquier caso, los movimientos sociales más bien parecen fuerzas subyacentes e inmateriales, que marcan tendencias hacia los cambios, ¿pero surgen espontáneamente o son inducidos? Hablando de un caso concreto: el movimiento feminista surge por sí solo, o es el resultado de la acción de feministas organizadas?¿es necesario el activismo para que surjan o se mantengan los movimientos sociales?¿el activismo favorece o entorpece los movimientos sociales?¿es el activismo el responsable de la politización de los movimientos sociales?¿La politización implica, a la larga, la esclerotización y posterior muerte de los movimientos sociales?
El 15 M
Si observamos el ejemplo del movimiento del 15 M, este parece un ejemplo de reacción espontánea ante una situación de crisis social, derivada de otra económica, pero también impulsado por activistas. En este sentido podríamos preguntarnos si el movimiento del 15 M se refería sólo al papel y la presencia de activistas en la Puerta del Sol madrileña o en Las Setas de la Encarnación, de Sevilla, y si realmente ese movimiento, de adaptación e los grupos sociales a nuevas situaciones, derivadas de una fuerte crisis económica, no sería más que la punta de un iceberg, el cual concernía la sociedad en su conjunto, y no sólo a los activistas y las activistas allí presentes.
Los derechos civiles en EEUU
El movimiento de los derechos civiles en EEUU parece que tiene una de las razones más claras para surgir, y sin embargo quizás sea uno de los que más activistas sumó, y a algunos políticos arrastró y arrastra. En él se ve con más claridad que en otros movimientos, que la política poco hace para el desarrollo de éstos. La pone en evidencia, de algún modo.
La primavera árabe
Desde la lejanía es difícil decir s fue un movimiento social, un cambio políticos, o una estratagema de las mal llamadas "inteligencias" de otros países. Pero sí parece que implicó a amplias capas de población, habitualmente ajenas a la política. Sus reivindicaciones parece que variaron de un país a otro, y éstas fueron degradándose poco a poco, hasta convertirse, en algunos casos, en auténticas guerras civiles.
El ecologismo
El ecologismo ha surgido seguramente, alimentado por diversas fuentes, pero lo que parece como causa de fondo más plausible, es el progresivo deterioro ambiental provocado por las sucesivas revoluciones ambientales. Deterioro que no es nuevo, pues cada modo de extraer recursos de sus diferentes nichos ecológicos, que ha tenido el ser humano, éste ha provocado rupturas del anterior equilibrio y, casi siempre, pérdidas de biodiversidad y de calidad del medio-en el sentido de saludable-. Quizás la novedad más reciente es que capas más amplias de población sedan cuenta de que eso es así, porque están más preparadas y entienden la relación causa-efecto entre explotación excesiva del medio ya catástrofe ecológica y empobrecimiento de la naturaleza; además de peores condiciones de vida y de salud.
El movimiento animalista