Los contenidos de este blog van desde la Psicología a la Antropología, pasando por la Historia o la Pedagogía. Esta mezcla abigarrada de disciplinas y temas tiene para mí un sentido claro y este sentido es que todas ellas son ciencias sociales o humanas, intensamente interconectadas unas con otras, debido a que todas ellas tienen un común objeto de estudio: el ser humano. Aunque cada una de ellas tenga su propia metodología e instrumentos de trabajo y de análisis, que les otorgan su propia personalidad.

domingo, 10 de septiembre de 2023

La guitarra y el flamenco

     A veces nos preguntamos si hubiéramos tenido flamenco, en el caso de que no hubiese existido la guitarra. La respuesta fácil a esa pregunta habría sido: sí, puesto que existen los llamados "cantes al aire", que se cantan "a palo seco", o dicho en otro idioma "a capella". Sin embargo, dicha respuesta está cerca de ser simplista, porque la contribución de la guitarra flamenca (desarrollada a partir de la antigua guitarra morisca) va más lejos quel simple acompañamiento; y su influencia hace las veces de inspiradora de muchos sonidos, incluso en el caso de los cantes sin guitarra, o con acompañamientos en los que la guitarra hace de contrapunto para algo más que seguir la melodía principal.

     La guitarra condiciona al flamenco porque su tesitura es más estrecha que la de otros instrumentos como él piano. En concreto, ésta va desde Mi2 hasta Si5. Es decir, 3 octavas con 12 semitonos por cada octava. Y esta estrechez acaba condicionando a la voz humana para que no vaya más allá.

     Según esta distribución, tenemos que el flamenco, si se basa en la guitarra para emplear los sonidos que salen de ella, como base de sus creaciones, resulta perjudicado con respecto a otras músicas que lo hacen basándose en el piano.

     Pero resulta que el flamenco puede llegar a registrar cuartos de tono, por lo que esos 36 semitonos pueden llegar a ser 72 cuartos de tono. Esta cifra es más pareja a los 88 de las músicas basadas en el piano (aunque raro es que alguna de ellas llegue a registrar tantos sonidos diferentes).

     La situación vuelve a cambiar a favor del flamenco, si consideramos las notas musicales sin solución de continuidad, y no como quantums de sonidos rígidos. Entonces el balance resulta favorable al flamenco.

     Alguien se preguntará, ¿cómo se consiguen esos cuartos de tono?, pues con los ligados, mordientes, pulsaciones en el mástil... acordes "imposibles"...

     Si pensamos entonces en que la voz flamenca va en combinación con  los sonidos de la guitarra, entonces veremos que se condicionan el uno al otro, y que las voces flamencas se mueven en la tesitura de la guitarra, más limitada que la de otras músicas. Ambas se vieron en un principio, seguramente, influenciadas, por otro instrumento aparentemente ajeno, y cuya introduccióoon, posiblemente por Zyriab, provocó una revolución en la música andalusí: el ravel (rebbad), precursor del violín (¿a quién le puede extrañar lo bien que encaja el violín en algunas creacciones  innovadoras del flamenco?).

     Pero, como compensación, la complejidad de buscar las armonías (intuitivamente, en la mayor parte de los casos), entre tonos, semitonos, cuartos de tono... es tan difícil que, en la práctica, lleva a soluciones técnicas más adelantadas que las de la música "pitagórica". Posiblemente, esa confrontación armónica que hubo en su momento entre la cuerda  pulsada y la frotada, condujo a hallazgos que han aprovechado las voces flamencas desde cuando este arte fue surgiendo. Posiblemente ésta sea una de las peculiaridades del flamenco que traen más de cabeza a los academicistas de los conservatorios de música.

     Otra característica de la música que tiene como base a la guitarra, viene derivada  de la técnica del rasgueo. Esta técnica tiene la peculiaridad de que en ella los acordes no se forman por la pulsión de  varias notas a la vez, sino de una detrás de otra. Incluso el rasgueo parece una técnica intermedia entre la cuerda frotada y la pulsada. Ademáas, esta pulsióon ssssecuencial de las notas provoca que, mientras laa ot anterior aún ontinúa resonando, aparece el siguuuiente sonido, que se monta sobre el anterior: el efecto sonoro es muy diferetttte a cuando se pulsan todas las cuerdas a la vez (excepción hecha de los arpegios y trémolos, por ejemplo).

     Todas estas peculiaridades técnicas, arrastran a la voz humana hacia unos matices que en otras músicas son imposibles.

     En definitiva, en función de los argumentos anteriores, la evolución del flamenco va en paralelo con la de la guitarra y ambos contribuyen con su infllujo en el desarrollo del otro.