Los contenidos de este blog van desde la Psicología a la Antropología, pasando por la Historia o la Pedagogía. Esta mezcla abigarrada de disciplinas y temas tiene para mí un sentido claro y este sentido es que todas ellas son ciencias sociales o humanas, intensamente interconectadas unas con otras, debido a que todas ellas tienen un común objeto de estudio: el ser humano. Aunque cada una de ellas tenga su propia metodología e instrumentos de trabajo y de análisis, que les otorgan su propia personalidad.

miércoles, 29 de diciembre de 2021

Lo normal y lo deseable

      Solemos toparnos con muchas definiciones de normalidad, pero ninguna de ellas acaba por dejarnos satisfechos: será porque se basan en argumentos circunstanciales. A lo mejor es que las ideas de norma y normalidad son las que llevan a equívoco y a manipular voluntades. Nos parece que sustituir lo normal por lo deseable es más acertado o más honrado, porque alude a las posturas personales de quien observa, sin subterfugios de supuesta ecuanimidad.

     Sin embargo, son necesarios constructos para entender la realidad, y más aún si se trata de una realidad tan compleja como el ser humano. El constructo que, en este caso, huye de las etiquetas de normalidad-anormalidad, proponemos que sea "perfil psicológico", el cual puede permitirnos prescindir de las etiquetas de la psicopatología.

     Y es que, la idea de normalidad, aparece como herramienta segregadora, destinada a hacer interpretaciones simplistas de la naturaleza humana. En este sentido es una herramienta ideológica, lo que no quiere decir que no tenga su valor como organizadora del pensamiento y de la experiencia.

     En esta tesitura, en Psicología solemos plantearnos si seguir el modelo clínico, lo que equivale a adaptarnos a la idea, segregacionista y, por lo tanto no inclusiva, de normalidad; o seguir un modelo científico de estudio y definición, no normativizada, de facultades o acciones psicológicas.

     Ese modelo clínico puede servir cuando las cosas no van bien: no se ajustan a lo "deseable", pero puede que no nos sirva como patrón cuando las cosas transcurren como se espera de ellas, aunque no sepamos exactamente por qué es así.

     La propuesta de atender a lo deseable puede ofrecer la ventaja de no etiquetar, decimos cuál es el modelo, pero no quiénes se salen de la norma: los que no son los elegidos. Cuando se señala lo deseable, se señalan las metas, pero no a quienes llegan los últimos. Al etiquetar, tendemos a hacer asociaciones de parámetros predefinidas, denominándose en psicopatología esas asociaciones como enfermedades o síndromes. Pero, en realidad, puede resultar mucho más convenientes centrarnos sólo en esos parámetros, para atender a posibles relaciones entre ellos, y deducir la deseabilidad a partir de estos hallazgos.

Sin embargo esa deseabilidad tampoco puede prescindir sin más de la de normalidad. Siempre que esta normalidad se defina a partir de un estudio sistemático de múltiples parámetros; no a partir de la constataciõn de ausencia de "patología".

sábado, 11 de diciembre de 2021

Gitanos, payos y guiris

      O lo que es lo mismo: compás o languidez.

     Cualquiera que haya visto alguna vez el concierto de Año Nuevo en Viena, sabrá a lo que nos referimos con la languidez. La forma en que acompañan los muchos "guiris" (es decir en este caso: no andaluces) que allí se encuentran es un ejemplo palmario de ritmo y ningún compás. Por muy bella que sea la Marcha Radesky, ésta no tiene ningún compás; pero sí tiene un ritmo alegre y cadencioso, y la música que lo acompaña lo suficientemente agradable.

     Sin embargo, es difícil encontrar andaluces (sean payos o gitanos) ni música andaluza sin compás (aunque ésta no sea flamenca), con las obligadas excepciones. Pero para poder entender esto, es necesario comprender la diferencia entre ritmo y compás: nosotros hemos hecho alguna aproximación, pero estamos lejos de lograr una delimitación clara. Lo que parece más claro es la dificultad de los no andaluces para percibir ese compás.

     Y sin embargo, -a pesar de ésta y otras evidencias de que los no andaluces no son capaces de percibir ni siquiera lo más básico del flamenco: su compás- surgen intentos repetidos de sustraernos la autoría del flamenco, sobre todo a los payos, porque a los gitanos aún se les reconoce como autores, aunque se busca ansiosamente por parte de algunas corrientes, distintos ejemplos de gitanos o payos o gitanos no andaluces, que sean flamencos y que supuestamente demostrarían la no exclusividad de la cultura andaluza con respecto al flamenco. Y dentro de esas "corrientes" los hay quienes nos niegan a los andaluces payos el derecho a defender el estatuto andaluz del flamenco. Pero ocurre que, algunos de los que tal hacen son, probablemente, cercanos a los que, a modo de insulto, nos denominan yonquis y gitanos. Esos "observadores" foráneos, seguramente tienen el atrevimiento de hacer esas afirmaciones, porque desconocen la convivencia, durante siglos entre payos y gitanos, en Andalucía, testimonio de la cual hablan trabajos como el de Los gitanos herreros de Sevilla (Pérez de Guzmán).

     Nos encontramos, probablemente, en un proceso doble de apropiación; el primero, en el sentido antropológico, que usan los indigenistas americanos, y que referido a los gitanos supone afirmarse en su propia identidad, en un momento en el que ésta parece estar amenazada por valores en auge de la civilización actual (rechazo al patriarcado, relajación de los lazos familiares...) y el segundo proceso, que podríamos denominar de "apropiación indebida", cuya cima parece hallarse en la concesión de los llamados "Gramy flamencos": ¿qué derechos o qué conocimientos tienen los patrocinadores de esos premios, para atreverse a señalar cuáles son los más meritorios intérpretes flamencos del momento? Todo ello aprovechando un momento histórico en el que el andaluz -sea de la etnia que sea- parece haberse olvidado nuevamente de la expresión de su identidad.

     Y esta doble apropiación obedece a interpretaciones de la historia y de la música, altamente sesgadas, y manipuladas al servicio de intereses espurios. Despreciándose en todo caso las aportaciones de algunos eminentes musicólogos como Julián Ribera y Tarragó, quien ya entre los siglos xix y xx se esforzó, y logró, en demostrar que algunas de las peculiaridades de la música andaluza ya estaban fuertemente marcadas en los siglos x y xi, mucho antes de la llegada de gitanos o de castellanos por estas tierras, con rasgos peculiares que todavía perduran, como son el énfasis en el compás, los melismas y las notas ligadas (probablemente estas últimas como consecuencia de la llegada del rabel o rebab de las tierras de oriente próximo).

     Y es que el flamenco seguramente podremos encuadrarlo en el grupo de músicas en las que predomina el compás; es decir un ritmo que dirige y acompasa las variaciones tonales. Un grupo de músicas que, desde Europa, se han dado en llamar étnicas, pero que son tan étnicas como cualquier otra.

     Por el contrario, las músicas europeas son eminentemente tonales, y en ellas el ritmo está supeditado a las variaciones tonales, y es una consecuencia de ellas.


¿Y si el flamenco es resultado de la interacción de las distintas etnias andaluzas y adjudicárselo,  en exclusiva, a una de ellas es no reconocerle, a las otras, su aportación al mismo?

     Estaríamos pues ante un proceso de alienación cultural.

     Hace falta un poco más de imaginación, pues cuestiones como la que hemos planteado aquí: no necesariamente los cantes tenidos por más jondos son los primeros. La seguiriya quizás de derive de las serranas -y no al revés-, las tonás de los fandangos... etc.

     Quiere decir esto que quizás no sepamos apenas de lo que creemos saber; y en esta situación es como mínimo arriesgado definir autorías: excepto que fue en Andalucía o sus proximidades.

     Tampoco podemos aclarar cuál fue el papel de los andalusíes en la génesis del flamenco. Si hacemos una comparación entre la música andalusí actual vemos que ésta se estructura siguiendo varios turnos o "nubas" y cada una de ellas compuesta de 5 partes o "mizan", con su correspondiente compás cada una. Al contrario de lo que ocurre en el flamenco, donde los palos se suceden de una manera casi aleatoria; excepción hecha de algunos convencionalismos, como el de que los cantes y bailes más festeros se dejan para el final, o que los tangos siguen a los tientos, o la media granaína a la granaína. Por otro lado, el flamenco se cata de manera individual (excepto en sevillanas y fandangos), mientras que la música andalusí es coral (excepto en uno de los mizan, que es una voz individual.

     Podemos decir, sin embargo, que existen otras coincidencias, como los tonos ligados o la importancia del compás. Todo lo cual nos indica que, a la luz de las apariencias, existe un tronco común entre ambas músicas, pero que han seguido, posteriormente, caminos diferentes.

miércoles, 3 de noviembre de 2021

Ernesto "Gato" Gatell ft Patricio Chino Díaz y Eyeunle, Yambú, en vivo P...




     Un ejemplo logrado y más contemporáneo, de guaguancó: origen de la rumba. Seguramente guarda con el flamenco una similitud, referente a la forma de hacer la música: una asociación temporal entre interpretes, que no sabe a ciencia, dónde va a desembocar.

domingo, 31 de octubre de 2021

9th International Congress of Educational Sciences and Development”

  Celebrado los días 20, 21 y 22 de octubre de 2021.


SIMPOSIO

DIAGNÓSTICO Y ABORDAJE DE LAS ALTAS CAPACIDADES INTELECTUALES EN LAS DISTINTAS FASES DEL DESARROLLO

RICARDO MORGADO GIRALDO (COORD.)

UNIVERSIDAD DE SEVILLA

Se presentan en el Simposio “Diagnóstico y abordaje de las AACCII, en distintas etapas del Desarrollo”, las siguientes ponencias:- “Programas de Enriquecimiento en la etapa infantil (3-5 años)”. Isabel Avilés Carvajal y Carmen Carmona Huelva. - “Programa de Exploración de la Creatividad a través de las Artes Plásticas". Carmen Carmona Huelva. - “Niñas con altas capacidades y carreras STEM” Alicia Eladia Hermoso Soto. - “Importancia de la detección temprana de la Alta Capacidad intelectual y el ámbito educativo”. Mª Teresa Fernández Reyes. - “Rasgos psicológicos asociados a la capacidad intelectual”. Ricardo Morgado Giraldo. Se cubren en el simposio distintas etapas del desarrollo de las personas con Altas Capacidades Intelectuales, que junto con la perspectiva de género y un exhaustivo diagnóstico diferencial de las Altas Capacidades Intelectuales (¿éstas son sólo capacidades cognitivas?), nos permiten fundamentar propuestas de intervención en las distintas áreas del desarrollo de niños y adolescentes.

Todo lo anterior, respaldado por la larga experiencia de los intervinientes con este tipo de alumnado, que avala sus propuestas educativas y sus métodos de diagnóstico, diferenciación y visibilización de los niños, niñas y adolescentes con Altas Capacidades o con alto rendimiento o motivación. Estrategias y trabajos encaminados a lograr encontrar un lugar adecuado para personas tan necesarias, para un progreso más armónico y justo de las sociedades y trabajos necesarios para una mejor y más completa comprensión de la inclusión educativa.

RASGOS PSICOLÓGICOS ASOCIADOS A LA CAPACIDAD INTELECTUAL

RICARDO MORGADO GIRALDO

UNIVERSIDAD DE SEVILLA

En los esfuerzos por entender las Altas Capacidades Intelectuales, se opta con frecuencia por recurrir a criterios cuantitativos, que establecen barreras infranqueables en términos de Cocientes Intelectuales (C.I.s) o de percentiles. En este trabajo tratamos de profundizar en este entendimiento, más allá de los datos cuantitativos. El primero de los objetivos es comprobar si existen rasgos definitorios de la personalidad y estilos cognitivos, de niños y adolescentes con Altas Capacidades Intelectuales. El segundo es establecer cuáles son esos rasgos definitorios. En un estudio realizado con 52 alumnos/as de 1º de E.S.O., durante el curso 2020-2021, se aplicó la prueba estadística de Regresión Lineal Múltiple, utilizando como datos los obtenidos con las siguientes pruebas administradas a este alumnado: IGF-5 de rendimiento cognitivo, TMMS de Inteligencia emocional, SDQ (Strengths and Difficulties Questionnaire) de ajuste psicológico, CC-P Prosocial y otra de Sentido crítico. Al considerar como variable dependiente el Cociente Intelectual, se comprobó que sólo la Inteligencia general, con un R2 de .959 y significación de .000, permitía predecir los resultados de CI y parcialmente el razonamiento lógico (con una significación de .092), y significaciones de .553 (inteligencia emocional), .589 (ajuste psicológico), 807 (conducta prosocial) y .515 (sentido crítico), no eran capaces de predecir los valores de la variable dependiente. Sin embargo, cuando consideramos la inteligencia emocional como VD, sólo la conducta prosocial era capaz de predecir los puntajes de la inteligencia emocional, con un R2 de sólo .160. De estos resultados deducimos que nos encontramos ante dos dimensiones distintas, representadas cada una respectivamente por los constructos inteligencia cognitiva e inteligencia emocional; representando ambos a dos grupos de datos en muy gran medida disjuntos. Finalmente se discuten las implicaciones que tienen estos resultados para perfilar los rasgos psicológicos que pueden ir asociados con las capacidades intelectuales.

PROGRAMA DE EXPLORACIÓN DE LA CREATIVIDAD A TRAVÉS DE LAS ARTES PLÁSTICAS

CARMEN CARMONA HUELVA

CENTRO CADIS

La creatividad es uno de los factores principales a considerar a la hora de evaluar y atender a las personas con altas capacidades intelectuales. Por ello, desarrollamos un programa para su fomento, en el Centro CADIS de Sevilla, desde hace 10 años donde se atiende a este tipo de alumnado.La combinación de inteligencia, alta motivación y creatividad genera una producción de soluciones original y variada a los distintos problemas, un pensamiento flexible, una alta curiosidad y la elaboración de trabajos únicos. Una concepción de las Altas Capacidades como la que se presenta, tiene necesariamente implicaciones en el diseño de los procesos intencionales de educación. El objetivo principal del programa es el de ofrecer una serie de provisiones educativas adecuadas a la diversidad que manifiesta este alumnado, y que se materializa en una programación llena de procedimientos, recursos y actividades enfocadas al desarrollo de la creatividad. El programa se encuentra dirigido al alumnado con altas capacidades, entre los 6 y los 16 años, que trabajan mediante agrupamientos reducidos, facilitadores de la interacción directa, con metodología participativa y colaborativa. Las clases se imparten semanalmente con una duración de 90 minutos en horario de tarde durante todo el curso lectivo. Los alumnos participantes han sido 50. Las variables o indicadores evaluados han sido: fluidez, flexibilidad, originalidad y elaboración, medidas con diversas pruebas (PIC-N y PIC-J). En las cuatro variables consideradas, el alumnado ha manifestado una clara mejoría, tanto de los procesos como de los productos durante la implementación del programa en el alumnado, alcanzando de promedio en estas variables un centil de 85, muy superior a la media.

Estos resultados muestran la utilidad de la intervención en el desarrollo de la creatividad y la metodología utilizada para ello, sugiriendo la implementación de metodologías parecidas en el aula ordinaria con todo tipo de alumnado.

PROGRAMAS DE ENRIQUECIMIENTO EN LA ETAPA INFANTIL (3-5 AÑOS)

ISABEL AVILÉS CARVAJAL Y CARMEN CARMONA HUELVA

CENTRO CADIS

El Programa de Estimulación Temprana es un programa de enriquecimiento dirigido a la etapa de educación infantil, para niños y niñas de tres a cinco años. Si bien los menores de estas edades no siempre están diagnosticados de Precocidad, muchas veces existen indicios que muestran su necesidad y deseo de aprender.

El objetivo es fomentar el enriquecimiento cognitivo, creativo, social y emocional desde un punto de vista lúdico de menores de tres a cinco años. Participaron 14 menores de cuatro y cinco años, algunos previamente diagnosticados de “precocidad”, y otros inscritos tras entrevistas familiares en las que se demanda enriquecimiento debido a los indicios detectados. Se plantearán en la ponencia además de los objetivos y organización del programa, los contenidos organizados por edad y la adaptación del taller a la modalidad online durante el curso 2020-2021. El programa ha constado de 37 sesiones virtuales de 90 minutos. A lo largo de las sesiones se han evaluado cuatro variables a través de rúbricas: “Planificación del trabajo”, “Responsabilidad”, “Participación” y “Habilidades Sociales”, pudiendo ser la valoración de “Excelente”, “Adecuado” o “Mejorable”. Los resultados del programa fueron muy positivos, obteniendo todos los alumnos la valoración “Excelente” o “Adecuado” en las cuatro variables de la rúbrica de evaluación. La satisfacción de las familias fue manifiesta a través de dos sesiones de evaluación de final de curso en las que se comentaron las fortalezas y debilidades del programa. El Programa de Estimulación Temprana surge como respuesta a las demandas de los y las menores, planteadas a su vez por sus progenitores, habiéndose reinventado a la modalidad online en los últimos meses debido a las restricciones sanitarias de la actual pandemia.

NIÑAS CON ALTAS CAPACIDADES Y CARRERAS STEM

ALICIA ELADIA HERMOSO SOTO

UNIVERSIDAD DE SEVILLA

La perspectiva de género actualmente cuenta con una enorme importancia a nivel social, siendo destacable en el ámbito de las altas capacidades, pues los estereotipos y roles de género repercuten a muchas niñas, silenciando su talento y, por consiguiente, afectando a su aprendizaje y posterior elección de formación. El objetivo es conocer el papel de las niñas y mujeres con altas capacidades en carreras del área de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas y su evolución al respecto.

Revisión bibliográfica documental de estudios previos relacionados con la temática, además de una comparativa con los programas específicos de centro CADIS. Las carreras engloban áreas relacionadas con ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM), también se ven afectadas por esto, contando con menos estudiantes mujeres en ellas. Esto hace que muchas niñas con altas capacidades no continúen con esta formación debido a factores sociales y personales, creyendo incluso “no encajar” por destacar en algunas áreas. Todo esto, también se ve influenciado debido a la falta de referentes en materias relacionadas con las carreras STEM, tanto compañeras como profesionales en la materia, lo que hace que se vean, de alguna forma, desamparadas para la elección de estas. Esto ocurre desde etapas tempranas en las que la elección de actividades que para ellas podrían ser atractivas y enriquecedoras tienen el estigma de estar masculinizadas, por lo que, desde aquí, comienza la invisibilización de sus capacidades en este aspecto. Las niñas con altas capacidades no cuentan con referentes en carreras STEM que les lleve a continuar con esta vía, lo cual se debe a la reproducción de estereotipos de género y a la falta de formación profesional en altas capacidades para lograr una óptima atención adecuada a estas.

IMPORTANCIA DE LA DETECCIÓN TEMPRANA DE LA ALTA CAPACIDAD INTELECTUAL Y EL ÁMBITO EDUCATIVO

TERESA FERNANDEZ REYES

CENTRO CADIS

La infancia es una etapa fundamental en el crecimiento del ser humano en cualquier aspecto de su vida, familiar, afectiva, emocional, intelectual… Importantes autores consideran esencial la detección de una habilidad cognitiva superior desde edades tempranas, abriendo el debate entre precocidad o estimulación. Muchos de estos signos se hacen evidentes en el segundo ciclo de Educación Infantil (3-5 años), como la adquisición de la lectura o la escritura. El objetivo de esta investigación es poder determinar aspectos relacionados con la precocidad cognitiva en la etapa de Educación Infantil. Se presenta un cuestionario de desarrollo evolutivo a todas las familias que acuden a Centro CADIS para realizar una valoración de una posible alta capacidad intelectual de sus hijos. En este caso hemos tomado una muestra aleatoria de cuarenta familias y sus cuestionarios de desarrollo de niños evaluados con alta capacidad intelectual que completan los padres en el momento de la evaluación y se pasan a Google Forms. Entre los resultados obtenidos encontramos que un 51% de la muestra era capaz de mantener una conversación con dos años de edad; que un 81% preguntan por el significado de una palabra y luego la utiliza correctamente; que un 68% reconocían las letras entre los 2 y los 4 años; que un 68% de la muestra comenzó a leer antes de los 5 años; entre los 2 y 3 años un 51% contaba hasta 10 o que entre los 2 y 3 años un 39 % construía puzles de 20 piezas. Los resultados obtenidos en la aplicación y revisión de las respuestas de este cuestionario, nos llevan a concluir que hay una serie de criterios como la adquisición de algunos procesos de aprendizaje, o características específicas que se presentan en la etapa de Educación Infantil en niños y niñas con altas capacidades intelectuales.


domingo, 3 de octubre de 2021

Los orígenes del flamenco

     Una de las cosas que suelen darse por sentadas cuando hablamos de los orígenes del flamenco es que los cantes primordiales son los denominados "a palo seco", es decir, la toná, la debla, el martinete... y hasta la seguiriya. Se afirma esto, seguramente porque se piensa que lo primero es siempre lo más básico, que posteriormente va haciéndose más complejo. Sin embargo, podría ser al revés: que de un caos primigenio, surja lo más esencial del cante, decantándose en sucesivos intentos. A veces es más productivo "salirse del campo perceptivo" a la manera que lo explicaba Kurt Levin, u optar por el "pensamiento lateral", al modo en que lo describe de Bono, para encontrar soluciones que estaban delante nuestra, sin que las percibiéramos.

     De este modo, bien pudiera ser que los orígenes del flamenco (o de sus antecedentes arcaicos) estén en la música basada en el canto con acompañamiento instrumental. En realidad no conocemos ninguna prueba que pudiera contradecir esta hipótesis, como tampoco conocemos ninguna que pudiera corroborarla.

     Dada la inexistencia o escasez de documentos escritos, para gran parte de la intrahistoria (la que cuenta lo acontecido a los ciudadanos de a pie) en Andalucía, sólo contamos con los testimonios indirectos tomados de fuentes orales, las cuales aportan información de contenido afectivo o emocional, unido a aspectos más objetivos. Esta circunstancia, en principio, puede ser favorable, pero estas fuentes orales suelen ajustarse a criterios de autoridad; es decir, que lo que se dice se considera tanto más válido cuanto más autoridad tiene la persona que emite el juicio o proporciona la información. Esta circunstancia, en el flamenco, puede habernos llevado a un callejón sin salida en el asunto del origen del flamenco, al aceptare como ciertas, aportaciones, que no están basadas en métodos historiográficos contrastados.

     Así pues, aunque la toná se nos aparece como el cante más puro, y nos lleva a momentos de emoción evidentes, ello no nos impide pensar que puede ser el resultado de un proceso de destilación de emociones musicales, principalmente colectivas, que se presentan habitualmente con acompañamiento instrumental y durante las cuales esa colectividad alcanza momentos especialmente abreactivos.


Otras pistas sobre el origen

     Si nos trasladamos al área del toque, podemos encontrar detalles que podríamos considerar pistas sobre los orígenes del flamenco. Algunas técnicas del toque apuntan en esta dirección; algunas de ellas ya las hemos mencionado y otra no.

     Entre las que ya hemos mencionado están los ligados y los mordientes, que convierten el diapasón en un continuo que busca la armonía de manera dinámica, y no sobre patrones rígidos de notas musicales, separadas nítidamente las unas de las otras.

     También está algo que no por más evidente pasa más desapercibido, a fuerza de creer que ha estado ahí siempre, sin motivo aparente. Nos referimos a los rasjeos de la guitarra. Hace poco oímos a Ricardo Miño -quizás citando a su maestro El Niño Ricardo- decir que no podía afirmar que una guitarra era flamenca hasta que la oía rasjear, en cuyo caso ya se atrevía a afirmarlo-.

     A nosotros en particular, los rasjeos nos recuerdan -hasta el punto de que parece que lo imitan- al rápido y agudo trémolo de los laudes de las orquestas andalusíes. Parece como si se hubiera condensado en la guitarra todo el sonido del coro de instrumentos acompañantes.

    En estos casos no parece que el proceso de evolución del flamenco comience en momentos cercanos, ni tampoco nos permite descartar que sea aún más remoto. Esas orquestas andalusíes nos remiten al mítico y polifacético Zyriab (El Mirlo) en el siglo IX. Pero puede que él bebiera de fuentes populares anteriores y autóctonas, detalle este último que explicaría el extraordinario arraigo de su música y su persistencia posterior, hasta llegar a nuestros días.

     El flamenco y música andalusí pueden ser dos ramas de un mismo tronco, que han evolucionado hacia formas distintas: quizás hacia una forma condensada, como el flamenco, cuyo fraguado o emergencia puede que esté en el siglo XVIII, o un poco antes, pero la mezcla de componentes y la correspondiente interacción entre ellos, proviene seguramente de mucho más lejos.


Reduzcamos la unidad de análisis

     Si queremos hacer Antropología, es mejor hacer antes Etnografía, que es como el laboratorio donde de prueban antes nuestras suposiciones; como generalmente ocurre en las ciencias ideográficas (¿pero es realmente útil o cierta esta oposición entre ideográficas y nomotéticas?). Para hacer etnografía, es mejor reducir la unidad de análisis; es decir, para entender un poco mejor el flamenco puede que sea mejor circunscribirnos a algunos aspectos del flamenco, o a alguno de sus palos, o a algún área o población donde prospere o se desarrolle. Según nuestra opinión, todo esto nos llevará necesariamente a darle más importancia importancia a las monografías, o estudios parciales, que se hagan sobre flamenco; a partir de las cuales podremos construir el edificio de una o varias teorías respecto al mismo, en vez de arriesgarnos a suposiciones no suficientemente respaldadas por la realidad del mismo. Por nuestra parte, creemos haber hecho lo propio con el análisis de la secuencia: guaguancó-rumba cubana-rumba flamenca-rumba catalana, y el consiguiente señalamiento de la importancia del tempo, en relación con el compás. O cuando analizamos el estilo de cante de El Platero, o como vamos a hacer a continuación escuchando, comparando y analizando, en la medida de nuestras posibilidades, los cantes de El Arenero y Manuel Oliver.

     Este último caso llama la atención cuando comparamos a ambos cantaores. Así, aunque a ambos se les tiene como baluartes de la soleá del Zurraque, sin embargo entre ellos se aprecia una diferencia casi imperceptible, pero que marca una dirección, si es que alguien quisiera seguirla, tal y como está la situación del flamenco, amenazado por las tentativas mercantilizadoras. Al menos eso deducimos de los pocos testimonios grabados de ambos cantaores, por lo que dicen o por lo que cantan, siendo así que siendo contemporáneos uno entiende la soleá principal a la soleá apolá, que él y otros llaman solea chica, pero que es grande por su solemnidad, la principal de las dos, como parece deducirse de la importancia que le da: ese es Manuel Oliver. Sin embargo, si escuchamos a Antonio El Arenero, veremos que este cantaor aborda el macho de la "segunda" soleá con mucha más fuerza que Oliver, condensando en ese cante sentido y hallazgos sonoros, no sólo de la soleá, sino de muchos otros cantes, aparentemente no relacionados, actuando como punta de lanza de la evolución del flamenco... ¿habrá alguien capaz de tomar el testigo?

     Mientras Oliver permanece fiel a la transición lenta de las raíces apolás, pasando por serranas o, incluso, los martinetes; El Arenero pasa del modo menor de estos palos, al tono mayor de la toná (que en esto no es semejante al martinete o la seguiriya) y pasa a la soleá, rebosando identidad y prescindiendo de quejíos, pues ya no caben quejas cuando decidimos seguir adelante y no renunciar a ser él mismo.

    Este caso creemos que es ilustrativo de cómo evoluciona el flamenco y nos invita a ir estudiando cómo transcurre esta evolución, antes de atrevernos a deducir cómo es la evolución del mismo. Y, desde luego, no podemos esperar que este vaya cambiante a base de experimentos de laboratorio o de estudio, sino a partir de la interacción humana, en los lugares y ámbitos de sociabilidad, de donde mana éste.

sábado, 25 de septiembre de 2021

Más sobre la inteligencia

     Ya hemos señalado la proximidad de lo que llamamos inteligencia, con la capacidad de asociación entre paquetes lógicos. Esta capacidad de relacionar múltiples informaciones y, con ellas, hacer una representación -una imagen- de lo que ocurre dentro y fuera de nosotros, es lo que aquí creemos que significa "entender" algo; es decir, la capacidad de hacer una representación mental de lo que estamos percibiendo. 

     Pero también, esa capacidad de relacionar, combinar y recombinar distintos paquetes de información -que a fin de cuentas es lo que son los estímulos- que tiene nuestro cerebro, nos puede llevar a representar "cosas" que en realidad no existen previamente (no son una mera copia); o , lo que es lo mismo, nos puede llevar a crear. Y ese crear está habitualmente ligado a la inteligencia: En este momento es cuando empezamos a entender por qué inteligencia y creatividad, se consideran dos de los tres requisitos indispensables para diagnosticar sobredotación. El tercero es el de la implicación en la tarea, el cual, a nuestro juicio (que debería ser corroborado con investigación nuestra o ajena) estaría compuesto, al menos, de una parte de motivación y de otra de función ejecutiva.

     Y es precisamente esta cuota de participación en la implicación en la tarea, la que creemos es la que lleva a confusión sobre aquellos niños y adolescentes, que tienen su cerebro asociativo muy desarrollado, pero no el planificador, pues estos niños y niñas, y adolescentes se mueven habitualmente con un aire de apatía que semeja desinterés. Pero, de vez en cuando, ellos o ellas demuestran un interés inusitado por algún tema, contrastando esta postura con la que habitualmente adoptan.

     Precisamente cuando muestran interés estos estudiantes, cuando atrae hacia sí los reproches, y cuando se les dice: "sólo trabaja cuando quiere" o "cuando le gusta algo"... Pues claro: cuando tienen un plus que les permite compensar el déficit de su inteligencia ejecutiva, aún por desarrollar. Pero no es porque las otras veces no quieran o sean muy vagos, o no quieran o sean caprichosos... es porque no tienen capacidad (sus cerebros no la tienen) de planificar y organizar sus tareas y su aprendizaje. Deberemos entonces alegrarnos de haber encontrado ese modo de estimular su implicación en la tarea, compensando sus déficits en función ejecutiva y de planificación, aumentado la cuota que le corresponde a la motivación en esa implicación en la tarea. Pero para ello, deberíamos averiguar antes cuáles son esos centros de interés, altamente motivadores, para utilizarlos luego como recursos para mejorarles la implicación en la tarea.


implicación en la tarea = función ejecutiva + motivación


Entender y aprender

     Otra cuestión a tener en cuenta respecto a la cuestión de las facultades cognitivas (es decir, relacionadas con el conocer y el conocimiento) es la diferencia existente entre aprender y entender. Esta distinción nos parece importante, puesto que suele decirse que entender es la única premisa para aprender (se dice al menos de una manera implícita más que explícita). Sin embargo, la memoria juega aquí un papel importante, y no sólo la memoria de trabajo, sino también de la memoria de trabajo, porque lo que importa aquí es el contenido de esta memoria, y no tanto la forma que esta adopta.

     Y ¿cuál es ese contenido?, no sólo el que se refiere a sucesos o episodios, o a engramas; se trata también de rutinas, cuyo aprendizaje es fundamental en las llamadas materias instrumentales. Como, por ejemplo, de las que se suele decir que no precisan de memoria, sino de razonamiento, cuando precisan de un grueso aprendizaje y memorización, no sólo de reglas de cálculo, sino de abundantes rutinas y subrutinas para la resolución de problemas.


Aprendizaje = razonamiento (o entendimiento) + memoria


Velocidad o profundidad

     ¿Qué se considera más deseable, pensar o resolver problemas, o entender pronto las situaciones? O, por el contrario, es preferible la profundidad: la capacidad de entender situaciones más inéditas o de resolver problemas cada vez más complejos?

     Con frecuencia se considera más inteligentes a los más veloces en pensar, siendo que, con mucha frecuencia, la velocidad es antagonista de la profundidad de pensamiento. Hay personas que viven en un "tuiter" continuo, creyendo que mientras más velocidad adquieran, más certeros estarán.

     Pero la verdad es que es preferible guardar un equilibrio entre velocidad y profundidad, puesto que la excesiva lentitud hace que el pensamiento se disperse, y su conexión con la memoria a corto plazo (nuestra "memoria RAM") acabe por debilitarse o desaparecer

     Y al hilo de estas reflexiones sobre las ventajas y desventajas de la velocidad de pensamiento, se nos viene a la cabeza la cuestión de que todos los tests de inteligencia (al menos los que nosotros recordamos), excepto quizás el protocolo de Goodenough, tienen tiempo limitado. Llegados a este punto nos replanteamos al menos el 50% de la eficacia de dichos tests, como puede fácilmente entenderse.


sábado, 11 de septiembre de 2021

Orientaciones para profesores

     Quienes nos tomamos en serio el diagnóstico de las AACCII en niños y adolescentes, con frecuencia oímos de algunos profesores expresiones que ponen en cuestión las capacidades de estos jóvenes, simplemente porque no alcanzan buenas calificaciones, o por algún otro criterio subjetivo de dichos profesores o profesoras. En un mundo en el que la competitividad domina el panorama y la cooperación se considera un lujo innecesario, no es de extrañar esta actitud, que sólo valora a los "triunfadores". Tampoco es de extrañar, vista la nula visión científica que algunos, más de los deseables, tienen de la Pedagogía y de disciplinas afines.

     Y es que no sólo confunden capacidades con rendimientos, sino que tampoco distinguen entre las distintas capacidades de la "mente" (tenemos que recurrir al viejo concepto), como por ejemplo: inteligencia, función ejecutiva, memoria de trabajo... deberían saber que, cuando se habla de disincronías, si es que conocen ese concepto, nos estamos refiriendo, por ejemplo, a que la inteligencia y la función ejecutiva no tienen porqué desarrollarse al unísono.

     La neurociencia parece que nos está diciendo que la función ejecutiva no se desarrolla satisfactoriamente hasta bien entrada la adolescencia, así que lo que resulta verdaderamente normal es que se retrase la función ejecutiva; es decir, que la verdadera disincronía es que lo haga antes. Afortunados los y las a quienes así les ocurre, pero con los demás seguramente estemos cometiendo el error de pensar que son inteligencias fracasadas las de aquellos a los que la función ejecutiva tarda un poco en aparecer: ¡que la inteligencia es entender y no llevar a cabo tareas! ¿para qué recurrir a la milonga de la llamada "inteligencia emocional" para explicarlo?

     Si prescindimos de concepciones pragmatistas de la inteligencia, que definen a ésta como capacidad de adaptación al medio, podemos entrever que ésta es, más bien, la capacidad de hacer representaciones mentales, lo más fidedignas posible, de la realidad y el entorno que percibimos Pero esto no quiere decir capacidad de solucionar problemas! Más bien nos estamos refiriendo a la capacidad de realizar asociaciones de las neuronas del lóbulo parietal, alimentadas con los datos que nos proporcionan las neuronas espejo. Y esta cualidad bien puede desarrollar desde edades tempranas, y los niños y niñas que tienen esa capacidad desde pequeñitos son los que hacen preguntas incómodas para algunos adultos susceptibles, pero que están tan indefensos e inermes ante el medio como los demás niños. Simplemente ellos sienten la necesidad de tener una representación mental de su medio, lo más fidedigna posible. Pero mientras que la función ejecutiva no se desarrolle en el lóbulo frontal, de ellos/as, no podrán, entre otras cosas, planificar adecuadamente su trabajo, ni mantener una actividad sostenida enfocada a meta, conveniente para ello.

     Así pues, cualquier planteamiento de culpabilizar a los niños o adolescentes con AACCII, por no rinden académicamente, no deja de ser una innecesaria presión, que vuelca sobre ellos parte de nuestra incapacidad de atender sus necesidades; pues, hoy por hoy, las metodologías para paliar ese desfase entre zonas del cerebro, no alcanzan los objetivos que serían deseables. Falta aún mucho por investigar y comprobar la realidad de estos fenómenos, y más aún de encontrar metodologías eficaces para abordarlos.

     También deberíamos tener en cuenta que esa disincronía de la que hablamos, la cual a tanta confusión conduce, podría ser a la inversa, tal como sospechamos. Es decir, que habrá niños o adolescentes que desarrollen su función ejecutiva antes que el promedio y quedarán entonces como trabajadores, responsables... siendo premiados por ello. Y sin embargo estos niños y adolescentes pueden no alcanzar un nivel adecuado de comprensión de lo que están haciendo. Veremos entonces cómo quienes han juzgado severamente a los anteriores, se deshacen en elogios con éstos, en un sentido de la justicia quizás no bien dirigidos, pues ni a unos ni a otros niños o adolescentes se trata de juzgarlos, sino de intentar ver con claridad cuales son las dificultades por las que están pasando si es que las pasan- y de buscar herramientas útiles para ayudarlos a superarlas.

     Y, aparte de lo visto, podríamos plantearnos la posibilidades que tienen de desarrollarse las capacidades de entender, de planificar, de organizar... en cada persona; las cuales, de manera semejante al potencial de aprendizaje, podríamos considerar que tiene cada una un "potencial de desarrollo" diferente. Debiéndose valorar en cada momento hasta dónde puede llegar cada persona. Aunque aquí podemos tropezar con un escollo: que no hay instrumentos calibrados para realizar esta tarea.

sábado, 31 de julio de 2021

La necesidad de una redefinición de los movimientos sociales

      Cuando habitualmente se oye hablar de movimientos sociales, suele ser refiriéndose a ellos como organizaciones más o menos informales y más o menos desconectadas de organizaciones políticas.

     Se suele considerar que esos movimientos sociales son algo comprometido con la sociedad y altruista, ligeramente superior en lo moral a otras instituciones y gozando de más independencia sus miembros.

     Pero esta concepción lleva implícita una contradicción: ¿Cómo puede ser un movimiento algo que, a la vez, es una organización?, es decir algo que, por antonomasia, es estático.

     Mario Diani (2015), hace relativamente poco tiempo, ha planteado esta necesidad de redefinición, y para ello hizo entonces una revisión de las distintas versiones del concepto presentes entonces. Pero ninguna de ellas parece que represente ningún avance conceptual significativo, y tampoco el autor parece que innove más allá de una detallada revisión.

     Aparentemente el problema parece estar derivado del viejo estructuralismo: se fija mucho la atención en la organización, las relaciones que hay entre los protagonistas, sus roles...

     Quizás lo primero que habría de hacerse es ver cuántos tipos de movimientos hay. Podríamos distinguir entre movimientos dirigidos a producir cambios sociales hacia nuevas situaciones y movimientos dirigidos a mantener lo que hay, o a volver a situaciones anteriores. Éstos suelen ser movimientos pendulares y casi previsibles.

     También podríamos considerarlos con respecto a las ideas, los valores, los hábitos, las costumbres, los gustos estéticos... en gran parte relacionados con cambios en los medios y en las relaciones de producción y con cambios, sutiles o no, producidas en éstas.

     Estos cambios producen, a su vez, cambios en las estructuras sociales, con nuevas clases y subclases emergentes, que ocasionan por sí mismos corrientes o movimientos más o menos espontáneos, de adaptación a las nuevas situaciones: a estos cambios podríamos denominarlos movimientos sociales.

El feminismo

     En cualquier caso, los movimientos sociales más bien parecen fuerzas subyacentes e inmateriales, que marcan tendencias hacia los cambios, ¿pero surgen espontáneamente o son inducidos? Hablando de un caso concreto: el movimiento feminista surge por sí solo, o es el resultado de la acción de feministas organizadas?¿es necesario el activismo para que surjan o se mantengan los movimientos sociales?¿el activismo favorece o entorpece los movimientos sociales?¿es el activismo el responsable de la politización de los movimientos sociales?¿La politización implica, a la larga, la esclerotización y posterior muerte de los  movimientos sociales?

El 15 M     

     Si observamos el ejemplo del movimiento del 15 M, este parece un ejemplo de reacción espontánea ante una situación de crisis social, derivada de otra económica, pero también impulsado por activistas. En este sentido podríamos preguntarnos si el movimiento del 15 M se refería sólo al papel y la presencia de activistas en la Puerta del Sol madrileña o en Las Setas de la Encarnación, de Sevilla, y si realmente ese movimiento, de adaptación e los grupos sociales a nuevas situaciones, derivadas de una fuerte crisis económica, no sería más que la punta de un iceberg, el cual concernía  la sociedad en su conjunto, y no sólo a los activistas y las activistas allí presentes.

Los derechos civiles en EEUU

     El movimiento de los derechos civiles en EEUU parece que tiene una de las razones más claras para surgir, y sin embargo quizás sea uno de los que más activistas sumó, y a algunos políticos arrastró y arrastra. En él se ve con más claridad que en otros movimientos, que la política poco hace para el desarrollo de éstos. La pone en evidencia, de algún modo.

La primavera árabe

     Desde la lejanía es difícil decir s fue un movimiento social, un cambio políticos, o una estratagema de las mal llamadas "inteligencias" de otros países. Pero sí parece que implicó a amplias capas de población, habitualmente ajenas a la política. Sus reivindicaciones parece que variaron de un país a otro, y éstas fueron degradándose poco  a poco, hasta convertirse, en algunos casos, en auténticas guerras civiles.

El ecologismo

     El ecologismo ha surgido seguramente, alimentado por diversas fuentes, pero lo que parece como causa de fondo más plausible, es el progresivo deterioro ambiental provocado por las sucesivas revoluciones ambientales. Deterioro que no es nuevo, pues cada modo de extraer recursos de sus diferentes nichos ecológicos, que ha tenido el ser humano, éste ha provocado rupturas del anterior equilibrio y, casi siempre, pérdidas de biodiversidad y de calidad del medio-en el sentido de saludable-. Quizás la novedad más reciente es que capas más amplias de población sedan cuenta de que eso es así, porque están más preparadas y entienden la relación causa-efecto entre explotación excesiva del medio ya catástrofe ecológica y empobrecimiento de la naturaleza; además de peores condiciones de vida y de salud.

El movimiento animalista

     El cambio de la percepción de los animales de meras herramientas para producir carne, leche, abrigo, huevos, etc. o como fuerza de trabajo, a la percepción de éstos como compañías o mascotas, seguramente acentuado como consecuencia del aumento de la tasa de urbanización del planeta, ha provocado, seguramente un aumento en la observación que tenemos de ellos, pudiéndose percibir en estos casos similitudes que antes pasaban desapercibidas o eran consideradas como anecdóticas o míticas. Puede que también haya contribuido a ello el método comparativo en ciencia, que ha ayudado a disminuir la influencia del animismo o la visión simplistamente icónica de ellos.


La jornada de 8 horas

     Aparentemente es el movimiento social más profundamente ligado a la acción sindical o política. Sin embargo, podemos también encontrar en él razones derivadas de las nuevas condiciones de subsistencia producidas por la revolución industrial. En esos momentos, el trabajo pasa a ser, en general, más intensivo que en la etapa pre-industrial -lo que no implica que antes no fuera más penoso, como cuando el esclavismo- y, por lo tanto, requiriendo una mayor concentración y estado de forma; derivado de esta necesidad, los trabajadores perciben que necesitan un tiempo extra para "reproducir la fuerza de trabajo" y, a la larga, los patronos también. Las fuerzas políticas o sindicales no hacen en este caso, sino de aceleradores del cambio.


     Podríamos seguir, casi indefinidamente, con esta relación de movimientos sociales, desarrollados en distintos momentos y lugares, pero lo que nos interesa aquí es comprobar qué denominador o denominadores tienen en común. Además de saber si tienen relativa autonomía con respecto a cualquier forma de organización o institución, llámese partidos políticos, sindicatos, el Estado, la religión... ¿O más bien una de las funciones de la que llama José Antonio Marina "inteligencia colectiva"? Es decir que, a partir de ese "emergente" que podemos llamar "inteligencia colectiva", las sociedades pueden generar cambios o acomodaciones de su sistema de valores, cosmovisión, ideología, creencias, formas de relación, gustos, hábitos de comportamiento... de forma casi imperceptible y sin saberse, en muchas ocasiones, cómo ni dónde se han generado.
     Nosotros nos inclinamos a pensar que las dinámicas que se generan en los movimientos sociales son relativamente autónomas, y que el papel que puedan jugar en su desenvolvimiento determinadas instituciones (como los partidos políticos) es bastante inferior al que ellos mismos se atribuyen.
     En resumidas cuentas, que los cambios que ocurren en las infraestucturas de la sociedad "subliman" a las superestructuras, sin pasar por la regulación de las estructuras, con mucha más frecuencia de lo que se cree. Lo que no quiere decir que estas estructuras carezcan de función, seguramente para dar cohesión a todo el entramado social, que de otro modo acabaría por disolverse.


martes, 27 de julio de 2021

Triana pura e impura

    Cuando se dio a conocer el grupo musical Triana pura, su aparición nos trajo a muchos un soplo de frescura. Cuando surgió el dúo de Lole y Manuel, la voz clara de Lole y la creatividad de Manuel supusieron el acercamiento al flamenco de estratos sociales a los que éste no llegaba. Cuando se editó La leyenda del tiempo, Camarón acercó a los sonidos flamencos a partes de la población andaluza y no andaluza, que hasta entonces habían permanecido ajenas a ellos.

     Todos estos logros, posiblemente, se debieron a un mestizaje entre las tradicionales formas flamencas y otras más vigentes en la música en general. Muchos creyeron descubrir el flamenco entonces gracias a ese mestizaje.

     Sin embargo, el mismo productor que alcanzó todos esos logros, fue el impulsor de una producción, estéticamente buena, pero que sin embargo se aparta de esa senda del mestizaje: Triana pura y pura; este apartarse lo hizo, según nuestra opinión, de varias formas entre las diversas posibles. La principal de ellas es negar una de las partes: parece que, en esta producción, el flamenco de los no gitanos no existe. Una forma fácil de resolver el problema del origen: se opta firmemente por una de las opciones y nos dejamos llevar por lo más aparente. Entramos entonces en una contradicción, porque también hay abundantes pruebas de que hay muchos payos interpretando y creando flamenco.

     ¿Pero cómo resolvemos este dilema?: si renunciamos al mestizaje nos quedamos parados, y si no nos mantenemos fieles a la pureza, nos diluímos y desaparecemos, además de no ser fieles a lo que la realidad nos muestra. Trataremos de responder aquí, al menos en parte, a esa pregunta.

     Para contestar a ella, haremos una reflexión sobre el documental del mismo productor: Triana pura y pura. En él se ilustran con meridiana claridad algunas de las peculiaridades del entorno que afectan al flamenco contemporáneo.

     En el documental "Triana pura y pura" se nos ofrece una imagen de la Triana pasada, en la que los gitanos eran los únicos garantes de la tradición flamenca. Incluso que los gitanos eran casi la única etnia del barrio o que, cuando se fueron marchando los antiguos vecinos, aquello fue "como la noche de los cristales rotos", y se plantea como una ilustración de este supuesto hecho, la famosa foto en la que un camión está cargado con los enseres de los vecinos del Corral de los Judíos, en la calle Castilla. Sin embargo, en aquel éxodo había payos y gitanos, y cuando conocimos a las vecinas del Corral de las Ranas (muy cerca del solar del Corral de los Judíos), allí había payos y gitanos conviviendo (en 1990 y en adelante).

     En una entrevista que tuvimos con él, nuestro amigo Eduardo Corriente (principal activista de los corrales de vecinos), nos contaba cómo en plena Cava de los gitanos se sucedían, sin solución de continuidad, corrales de payos, corrales de gitanos y corrales mixtos. Incluso el tocaor Ricardo Miño, mencionaba hace poco que él, siendo payo, nació en un corral de la Cava de los gitanos (calle Pagés del Corro), donde convivían casi en la misma proporción, familias gitanas y familias payas. Con estos y otros testimonios, la Triana predominantemente gitana que se deja entrever en el mencionado documental, queda en entredicho. Pero sobre todo la idea de que únicamente fueron los gitanos las víctimas de esos desalojos.

     Tampoco se puede mantener la idea de que el flamenco en Triana es exclusivamente gitano: no podríamos olvidarnos de Ramón el Ollero, al que se le atribuye la creación de la soleá apolá (blog soníos negros). Ni de toda la serie de cantaores del Zurraque.

     Y es que con frecuencia se olvida al opinar sobre el flamenco, que el espacio juega un papel fundamental, como un crisol donde se alean elementos de distintas culturas. En este caso, el espacio se llama Andalucía, y los elementos que se alean los que hay que identificar, pero con una rigurosa investigación, no con opiniones indemostradas.

     Claro que, en el caso que nos ocupa, el espacio es espacio humanizado; es decir territorio. Y decimos territorio, el cual es un constructo cultural, que no siempre coincide con el mapa, ni con los límites geográficos o políticos. Quizás debiéndose tener en cuenta que se solapan diferentes territorios, según la memoria de quienes los definan. Así pueden solaparse, en Triana, los territorios de payos y gitanos, de herreros y alfareros (y parece ser también de quienes trabajaban la piel en El Zurraque), el de la soleá o el de la seguiriya, de una hermandad u otra, etc

     Seguramente con la intención de diluir el carácter andaluz del flamenco, aparecen, con frecuencia, argumentos referentes a la existencia de flamenco en zonas próximas a Andalucía, o en zonas de emigración como Madrid o Cataluña. Pero el espacio de los distintos lugares andaluces es muy importante, porque es donde entran en confluencia las culturas andalusí, castellana y gitana, seguramente a partir de formas y técnicas vocales, instrumentales y de baile, de origen ancestral tanto como contemporáneo: como hemos intentado demostrar a lo largo de este blog. Pero con un sentido histórico que, si se olvida, acaba vaciando de contenido al flamenco,  convirtiéndolo, de ese modo, en un producto cultural más, dispuesto a ser consumido por cada vez mayor cantidad de público, y haciéndolo así fácilmente "monetizable".

     Volviendo a la idea de territorio, éste es, precisamente, fundamental en el flamenco: los cantes son de Cádiz, Jerez, Triana, Granada, Málaga... Si bien en otras ocasiones llevan el nombre de cantaores o cantaoras conocidos. Pero siempre es el territorio el aglutinante de ese fractal musical y plástico, del que hemos hablado en otras ocasiones. El flamenco no es como el jazz o el blues, de esclavos desarraigados. Es verdad que los gitanos son una etnia errante, generalmente desarraigados; ¡pero en Andalucía no...! Aquí los gitanos son de los barrios de Santiago y de San Miguel de Jerez, de Santa María de Cádiz, de Triana o de la Alameda en Sevilla, del Sacromonte en Granada, de El Perchel y la Trinidad en Málaga... y las familias gitanas se desplazan entre los distintos puntos de ese circuito. Éste área cultural viene a coincidir aproximadamente con los límites políticos de Andalucía, pero no es exactamente así; digamos que es como el Guadalquivir: éste es el río andaluz por excelencia, pero no toda su cuenca coincide con los límites políticos de Andalucía.

     A partir de esos núcleos de contacto inter-étnico, en el área cultural andaluza, parece ser que se desarrolla el flamenco, sin perjuicio de que, como afirma A. Mandly, los caminos antiguos y sus antiguas ventas, ejercieran de enlace entre ellos, dando cohesión a toda esta área cultural.

     Pero volviendo al tema de origen de esta entrada, se nos ocurre preguntarnos qué sentido tienen esas diatribas sobre la etnia de referencia del flamenco, si no tendrán que ver con la profesionalización de sus intérpretes, como ya señaló en su momento G, Steingress. Más recientemente, Samuel Llano ha analizado ese viejo debate entre la profesionalización o no del flamenco, el cual parece que ya estaba presente en Lorca cuando organizó el Concurso de cante jondo de Granada, de 1922.

     En Triana se dan grandes cantaores profesionales y no profesionales, pero coinciden más en los últimos los payos (excepto el maravilloso caso de Márquez el zapatero, que aún nos enseña su maestría y siendo gitano no es profesional). Podría explicarnos mejor esta circunstancia, el observar que, al menos como lo vemos nosotros, el flamenco de los payos se desarrolla hoy en día más en las peñas y el de los gitanos en los escenarios, además de en las celebraciones familiares. Una vez que los patios de vecinos desaparecieron en gran medida y que, además, hace tiempo que se prohibió el cante en los establecimientos de bebidas (las antiguas tabernas).

     Además de todo lo expuesto, nos planteamos -en una etapa en la que la humanidad parece querer huir del concepto de raza- ¿qué es ser gitano hoy en día? ¿qué es ser gitano en Andalucía, donde llevamos mestizándonos payos y gitanos al menos cinco siglos?

     Ese planteamiento de lo definitorio de lo gitano en comparación con lo payo, en Andalucía, nos lleva a contemplar las diferentes formas de sociabilidad y de cohesión social que tienen ambos grupos humanos. Aparentemente, la sociabilidad gitana se basa más en la consanguinidad, y la de los grupos populares que no lo son, se basa algo más en la afinidad. Esto parece que guarda relación con las formas de transmisión del flamenco, que hemos mencionado antes. Como consecuencia, seguramente, de esa mayor importancia de la consanguinidad en la sociabilidad gitana, los procedimientos de cohesión grupal están mucho más ritualizados, a veces durante períodos de tan largos que ponen a prueba la paciencia de sus vecinos payos, siendo esto algunas veces causa de roce entre ambos grupos.





domingo, 6 de junio de 2021

Un cante diferente

 El Platero

     Cuando se escucha algunas de las escasas grabaciones de El Platero, enseguida percibimos una llamativa diferencia con respecto a otros cantaores y cantaoras:

     ¿En qué consiste la diferencia del Platero de Alcalá?

     Si buscamos su diferencia, ésta no podremos encontrarla en el estudio filológico de sus cantes. Pues las letras de sus cantes son las propias de los palos que interpreta.

     Tampoco podemos encontrar esa diferencia en la estructura de esos palos, porque también es común a los demás cantaores y cantaoras.

     Ni siquiera encontramos esa diferencia en su voz, pues su cálido timbre, apenas se diferencia de otras voces laínas del cante. O en su sorprendente timbre, que introduce una atmósfera tenue que nos conduce de un tema otro, en una imperceptible transición.

     A nosotros nos parece, que su diferencia principal reside en cómo efectúa la transición de una nota a la otra, pasando de los tonos a los semitonos, los cuartos de tono y todas sus situaciones intermedias, a la manera como lo hacen la voz o el rebab en la música andalusí, en algunas de sus nubas. Transiciones que no son posibles con los trastes de nuestras queridas guitarras (salvo si se usan algunos subterfugios, como los mordientes, o los ligados, en algunas falsetas); necesitándose para ellas instrumentos de cuerda no "trasteados", como el violín o el rebab. Instrumentos que sí permiten desafiar los constreñimientos de la música pitagórica y nos sitúan en un orbe musical diferente al occidental, conectándonos con la música andalusí de nuestra cultura base.

     Cuando El Platero canta "pregúntale al platero, plat(e)ro, que cuánto vale...", o

"La hija de la Paula, la Pa(u)la, no es de mi rango..."

     ... en esos momentos de las alegrías de Córdoba, que en realidad son un mirabrás, el cantaor va arrastrando las notas, sin solución de continuidad, saltándose los cánones del pitagorismo en música (que  por otro lado, tan buenos resultados a dado a la música de influencia europea -que es casi toda, hoy en día-), pero que no parece ser la única forma de llegar a la "armonía" de los sonidos, aunque sí puede que sea la más sencilla.

     Esas mismas alegrías de Córdoba viran luego hacia las cantiñas y terminan en un cante más dulce y tranquilizador para oídos no acostumbrados, pero no impide que sea necesario explicar esos dos primeros cantes y su origen, tarea para musicólogos los cuales, aparentemente al menos, parecen tener abandonado el estudio del flamenco.

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     Algo parecido ocurre cuando Oliver o El Arenero dicen, en esas soleás apolás, tan solemnes,: "Los s(e)renos de Triana, andan diciendo a la gente, que duerma quien tenga sueño, que yo no dispierto a nadie", o "And(a), anda diciendo tu madre que tú v(a)les más que yo, que tú v(a)les más que yo, ni tú ni toa tu familia, ni el Dios que a tí te creó.".


     Y es que cuando se dice que el flamenco es imposible pasarlo a una partitura, parte de la razón está aquí: La concepción de la música como una dimensión discreta, con 6 notas y sus correspondientes bemoles y sostenidos, es radicalmente distinta a la de una música entendida a modo de dimensión continua, donde los tonos  musicales varían según una dimensión continua, no ha intervalos, no como en la escala numérica.

     Esta peculiaridad de la música flamenca pone de manifiesto que el lenguaje musical, hoy en día admitido mundialmente, no es el único posible, sino que el recurso de dividir los tonos según los criterios que se dice nos enseñó el filósofo griego, es de utilidad para entender y manejar los sonidos en armonía, pero de ahí a reificar las notas musicales como valores preexistentes, va un trecho amplio que, indefectiblemente a un platonismo aplicado a la música: ¿la música de las esferas? Por el contrario, el flamenco nos conduce a una armonía de los sonidos (que es casi como decir del tiempo), pero arraigado en un espacio que, en nuestro caso, es el espacio andaluz.

     Los esfuerzos de grandes músicos españoles (Granados, Albéniz, Turina, Falla, Rodrigo...) por adaptar a la llamada música clásica, las creaciones del flamenco, tuvieron la virtud de acercar al flamenco a la música llamada universal, pero, sin embargo, desde nuestro punto de vista, lo que en realidad hicieron es establecer un contrapunto que ya en el flamenco existe: la misma guitarra, tan nuestra, es un ejemplo de ello, ya que sus trastes nos llevan a un mundo de sonidos, establecidos de manera discreta, pero con recursos técnicos del tocaor, como son los mordientes o los ligados (no los arpegios, como decía L. Cohen), en los que las transiciones de notas se hacen sin solución de continuidad. Ahí se establece un contraste entre ambas concepciones musicales. Otro podemos encontrarlo en  los llamados cantes "sin compás", en los que aparentemente el contraste está entre la guitarra, que llevan un aparente distinto compás, pero si advertimos el oído, vemos que lo que en realidad pasa es que la guitarra da un tono y luego se calla, para que el cantaor o cantaora puedan llevar su cante a esquemas donde las notas van de un lugar a otro, sin los esquemas mecánicos del lenguaje musical, de esas prisiones de la música llamadas conservatorios. esto ocurre, por ejemplo, en las tarantas. O en la granaína (que otros llaman media granaína) aunque el efecto es mucho más evidente en la guitarra, cuando desciende de Sol a Sí#. Todo ello, según los cantaores o cantaoras, si se mantienen fieles a sí mismos o ceden a la banalización del flamenco.

     Podríamos seguir con más ejemplos de cante y comprobar cómo unos cantaores o cantaoras ceden a los "encantos" del pentagrama, incluso comprobar que unas veces lo hacen y otras no, pero también podemos reflexionar sobre el hecho de que semejante evolución en paralelo no puede haberse hecho en paralelo una que se hubo consolidado la música al estilo centroeuropeo, no habría resistido ese embate. Bien al contrario, tuvo que ser en una época en que el predominio nórdico no fuera tan apabullante. Así que podríamos sospechar que el origen del flamenco está más allá de los tiempos en los que tío Luis de la Juliana andaba por este mundo.

     Más aún, si rebuscamos en las discografías, podemos encontrar transiciones de notas parecidas en las bulerías de La Niña de los Peines. No así en la copla aflamencada, tan dependiente el piano (no sólo en el consabido caso de Quintero, León y Quiroga), instrumento por excelencia del pitagorismo en música, que olvida que los números son representaciones de la realidad, no la realidad misma. Otra cosa es el jazz bebop, en el extremo, para el que el contrabajo abre las puertas de otra dimensión musical... quizás... los que saben de jazz dirán. Lo que sí es verdad es que el flamenco es más antiguo.

     Con éstas y otras estrategias, como las de Paco de Lucía, en la que sus arpegios llegan a un grado de virtuosismo que se confunden con los ligados y consiguen un efecto parecido, hemos superado pues, al menos en parte, la pérdida del ravel (rebab) con recursos ingenios y adaptativos, que sobrepasan la concepción platónica de la música y la trasladan a una dimensión humana, donde los sonidos expresan las vivencias humanas: no le dicen a la persona cómo deben ser esas vivencias.

     Así pues, desde el punto de vista que estamos exponiendo, el flamenco tiene poca semejanza con la salmodia, casi monocorde, del canto gregoriano y similares (aunque también valoramos positivamente los méritos de estos géneros musicales), puesto que en éste el colorido musical es plano o casi plano, mientras que en el flamenco, en todos los casos, ese colorido es amplio y con más matices que los que permite el lenguaje musical al uso. Y eso sin tener en cuenta el compás.

     Estudiar éstas y otras características del cante, de manera rigurosa, nos permitirá definir más claramente qué es flamenco y qué no lo es, a la vez que nos ayudará a argumentar porqué un intérprete (ya sea tocaor, bailaor, cantaor o percusionista) es bueno o no lo es, huyendo de paso de la idea del artista del Renacimiento, que tan buenos resultados ha dado a la cultura humana, pero que está impregnada completamente con el espíritu capitalista de la época, y que transformó las obras de arte en productos de mercado y a sus creadores en agentes comerciales, más menos afortunados.

     Por el contrario, veremos a nuestros artistas flamencos como representantes de nuestra identidad y cultura andaluza, fruto del diálogo y la interacción entre payos y gitanos, como no ha ocurrido en ningún otro lugar del mundo, y que desborda nuestras fronteras sin dejar de ser propio.

     Podremos también, con este estudio, salir de la dialéctica de profesionales o aficionados, puesto que será indiferente ese matiz, si de lo que de verdad se trata es de si son garantes de nuestra identidad andaluza, o se quedan en esforzados buscadores del éxito y cultivadores del ego personal.

     Para dicho estudio, posiblemente, será necesario huir de los lugares comunes y de repetir lo que otros han dicho antes y aguzar el oído  el sentido del compás, y de "saber escuchar", que en flamenco es lo segundo más importante después de lo de saber interpretar, ya sea al baile, al toque o al cante. Con ello sabremos decir, con conocimiento de causa, qué es flamenco y qué es una buena interpretación, os una interpretación principalmente dirigida al gran público, no buen conocedor del flamenco y de sus palos.

     De paso, podremos avanzar un poco en la comprensión de que el flamenco no sólo es una música, es también un bailes, un ritual de identificación, una forma de relacionarse y una herencia común de un pueblo, entre otras cosas que, de momento y modestamente, aquí no alcanzamos a comprender.

miércoles, 21 de abril de 2021

¿Acento?

      Cuando los propietarios de nuestra expoliada fábrica de Cruzcampo, decidieron utilizar la expresión "acento", no hicieron sino continuar con el expolio: esta vez cultural, puesto que convirtieron el derecho a utilizar los andaluces nuestra propia lengua en un acento... como el que tiene un hablante adulto cuando aprende una nueva lengua.

     Pero es que el español hemos contribuido a formarlo los andaluces tanto como los castellanos. entonces, ¿A qué viene ese empeño en llamarlo castellano?

     No se puede pasar por alto que, precisamente fuera un andaluz: Helio Antonio de Nebrija, quien escribiera la primera gramática del español, bastante tiempo después de que en San Millán quedara claro en qué consistía el castellano.

     No parece que sea una cuestión fácil de contestar, pero además de estrategias comerciales, relativamente inocentes, por ganarse a los consumidores de cerveza locales, hay poderosas fuerzas que empujan en una dirección u otra.

     En las comunidades autónomas que son bilingües, como la catalana, suelen dividir a su población en catalano-parlantes y castellano-parlantes, cargándose así de un plumazo la identidad de sus habitantes andaluces, que no han dejado de usar, a pesar del transcurrir de los años, alguna de las diferentes normas lingüísticas que componen el mosaico del andaluz, como lengua. Bonita paradoja que debería hacerlos reflexionar sobre su autenticidad a la hora de reclamar el derecho de los pueblos a su identidad.

     El italiano Paolo Azzone parece haberse dado cuenta de que en la formación del idioma español intervino algo más que el castellano. Pero nosotros lo sabemos desde hace tiempo. Y no es por los estudios lexicológicos de Manuel Alvar, o por los deficientes estudios del "Seminario del habla andaluza" de la universidad de Sevilla, por poner sólo dos casos.

     Y es que nos preguntamos si es de buen criterio proponer separarnos del castellano, convirtiendo al andaluz en una lengua distinta: renunciando a una lengua que con tanto mimo y creatividad hemos contribuido a desarrollar y enriquecer.

viernes, 2 de abril de 2021

Soníos negros

     Cuando Leonard Cohen recogió el Premio Príncipe de Asturias, recordó a aquel anónimo tocaor que conoció en Montreal, frente a la casa de su madre. Según Cohen (¿apellido sefardí?), este tocaor le enseñó a hacer los trémolos con seis acordes fundamentales y algo a utilizar el pulgar, ese pulgar que machaconamente vuelve en tantos cantes sobre el mi mayor, y que hace que adquiera pleno sentido la expresión "soníos negros", con su ronca llamada al corazón y sus latidos. Porque los sonidos también tienen color, y cuando éste es negro alude directamente a lo profundo y a lo oscuro del que toca y del que escucha, como si el retumbar insistente del bordón apelara con ahínco al corazón del instrumentista. Cante y música jonda del andaluz, que se niega a desaparecer sin saber quién es él mismo.

     Además de esos soníos negros, están otros sonidos que se van templando, en este caso con el cante, ya que no con el toque, debido determinadas notas del flamenco no se pueden reproducir con la guitarra. En todo caso, el viejo ravel sería de los pocos instrumentos que lo lograría, puesto que él, junto con la voz humana, cuando esta tercia los cantes,  cuando aborda la herencia andalusí de los cuartos de tono.

     Pero la evolución del flamenco parecen querer llevarla por otros derroteros: más esteticistas, a partir, sobre todo de la extraordinaria plasticidad de Camarón. A partir de ahí se han sumado cantaores y hasta cantantes, generalmente de fuera de Andalucía, cuyo principal mérito no parece ser sino una primorosa ejecución vocal.

     Y es que la calidad del cante tiene que ver con algo más que conque una voz sea laína o afillá; o su estética más redonda; tiene que ver con la etnicidad, en concreto con una etnicidad de contacto entre payos y gitanos como en ningún otro lugar del mundo, con una música y un baile que no tiene las características técnicas de la música y el baile centroeuropeos, que se han alzado con el título de clásicos. Esta última música, con sus tonos y semitonos bien establecidos, sin transiciones entre ellos, alcanza grandes logros, pero carece de la flexibilidad del flamenco a la hora de interpretar los sentimientos humanos.

     Así pues, todo esto ocurre porque en diversos lugares andaluces, payos y gitanos entraron en diálogo musical, partiendo del sustrato andalusí. No siendo, como algunos y algunas se empeñan un legado cultural exclusivamente gitano; ni tampoco susceptible de ser imitado por quienes son ajenos a ese diálogo cultural, quienes, en todo caso, sólo pueden lograr buenas imitaciones. Si bien, aquellos que de corazón de acercan a nuestra cultura, también llegan a hacer vibrar el diapasón de su sensibilidad al unísono con el cante, el baile y el toque andaluces.

viernes, 12 de febrero de 2021

Altas Capacidades Intelectuales y clase social

     Frecuentemente se oye decir que las personas con alguna capacidad intelectual por encima de la media no necesitan ayudas, y que si no alcanzan mayores metas es por desidia o desinterés de ellas. Creemos que se ignora en tales casos la relación entre capacidades, rendimientos y necesidades, la cual genera a veces verdaderas dificultades, y se les priva en estos casos de ayuda al subestimarlas y, por lo tanto, se comete una injusticia con ellos.


Capacidades, rendimientos y necesidades

     Para empezar parece obvio que se necesitan capacidades o potencialidades, además del trabajo personal, para hacer frente a los desafíos que la vida plantea, ya sea de manera cotidiana o excepcionalmente. Pero también se ha de tener en cuenta que esas capacidades generan a su vez necesidades, como pueden ser la de satisfacer las ganas de saber más, el plus de curiosidad, la dispersión de las ideas que, a veces, son su consecuencia, el de creatividad muchas veces cercenada... Necesidades que a veces exceden lo que puede o quiere proporcionar la institución educativa. Y si ésta no lo hace... ¿quién lo hace?

     La respuesta a esta pregunta suele encontrarse buscando entre las familias, dependiendo de los recursos de éstas. Pero si los recursos necesarios faltan en las familias, entonces se presenta el problema, porque la capacidad que empezó siendo una ventaja puede convertirse poco a poco en una maldición.

La necesidad de saber más

     La necesidad de saber más, posiblemente se produzca como consecuencia del vacío cognitivo ocasionado por las preguntas continuas, que le surgen al niño o niña cuando intenta explicarse lo que ve o empieza a conocer; siendo quizás éste el motor que los lleva a mejores rendimientos mentales que el resto. Esta actitud implica un adentrarse en el terreno de las causas, del antes y el después, e implica por lo tanto, la irrupción en su universos cognitivo de la variable tiempo, no presente de manera formal en los primeros escarceos cognitivos del desarrollo humano. Todo ello genera una búsqueda de información que a veces no es accesible y sólo es posible conseguirla cuando se tiene una posición social favorable.

Un plus de curiosidad

     Consiste en no dar por sabido nada, y en buscar con deleite respuestas insospechadas. La curiosidad implica un placer; es decir, que no es precia la búsqueda de un beneficio inmediato como resultas del conocimiento que se adquiere. La curiosidad puede tener un componente de adicción, al estar relacionada con el placer y, por lo tanto, puede tener sus inconvenientes.    

     Así pues, el plus de curiosidad acaba convirtiéndose en un inconveniente cuando esa curiosidad lleva al niño con AACCII a centrarse en temas de su interés y a descentrarse de los que no lo son tanto. De este modo, de manera paradójica, el exceso de capacidad de concentración acaba pareciendo todo lo contrario y evitando que el "reflejo de orientación", del que habla Galperín, actúe a pleno rendimiento ( a este respecto hay quienes recomiendan el mindfulness para evitar estos efectos adversos).

La capacidad de seguir aprendiendo, sin límites aparentes

     Relacionada con la curiosidad está la capacidad de aprender, de modo que la primera es un requisito inexcusable: lo que se aprende puede ser de distintas naturalezas: rutinas de comportamiento, imágenes gráficas, sonoras... (estructuras perceptivas), ideas abstractas, informaciones sensoriales... Características de una mente joven que se pretenden prolongar a toda la vida. Esta capacidad implica no darse nunca por satisfecho con lo que se sabe, sino buscar respuestas más complejas que aquellas con las que se cuenta.

La dispersión de las ideas

     El exceso de curiosidad, lleva con frecuencia a una búsqueda sin rumbo y ésta, a su vez, a la dispersión de las ideas. Esta dispersión de las ideas se suele confundir con un síndrome atencional o con desinterés. En el primer caso se considera discapacidad algo que es su opuesto, por lo que se yerra en su tratamiento.

La creatividad más desarrollada     

     La creatividad más desarrollada genera incomodidad en muchos entornos sociales, que se resisten al cambio. Además, esa creatividad si se despliega en un entorno desfavorecido, puede generar perspectivas críticas incómodas para el "establishment". La reacción suele ser, cuando ocurre esto, que el/la sobredotado actúe autocastrando su creatividad.

La capacidad de automotivarse y autorregularse

     A veces se confunde con rebeldía, pero tiene que ver con que la persona tiene sus planes de actuación y no necesita ser dirigida, sino todo lo contrario. Nueva fuente de conflictos, porque si el niño/a pertenece a un entorno social deprivado cultural y educativamente, éste estará inmerso en una atmósfera de baja autoestima intelectual, que desanimará cualquier intento de pensamiento o comportamientos autónomos (que no rebeldes).


¿Es la sobredotación un salto cualitativo?

     A veces nos preguntamos si distingue a los que tienen sobredotación algo especial, y ésta no consiste sólo cambios cuantitativos. La respuesta a esta pregunta podría evitarnos tantas vacilaciones en el diagnóstico de la sobredotación y sería de una ayuda inestimable para poder atender con garantías a tantos niños y niñas, de familias con pocos recursos, que pasan desapercibidos y no reciben la atención debida, a causa del limitado entorno socioeconómico en que se mueven.

     Hasta ahora nos hemos limitado a percibir diferencias cuantitativas en determinadas funciones mentales o en percibir un número superior de funciones mentales, pero no hemos percibido ninguna diferencia significativa con otros niños, quizás porque éstas no existen o quizás porque las herramientas conceptuales que poseemos no sirven para ello.

     Aunque quizás se trate sólo de cambios cuantitativos que llevan a una nueva situación, como cuando un cohete va aumentando su aceleración hasta que lograr alcanzarla orbita: sigue siendo el mismo cohete (al menos en su parte esencial), por lo que no hay un cambio cualitativo. Del mismo modo, la persona con altas capacidades va aumentando sus rendimientos cognitivos y mentales en general, hasta que llega un punto que el aprendizaje le resulta satisfactorio en sí mismo y ya no necesita otro tipo de estimulación: ha entrado en "la órbita" de disfrutar del conocimiento "per se".

     Además, el símil de la órbita nos permite explicar porqué determinadas personas con destrezas cognitivas sobresalientes no alcanzan ese estado de gracia de disfrutar aprendiendo: las "fuerzas de la gravedad" (es decir, los condicionamientos sociales de su entorno) son tan fuertes que no les permiten alcanzar la órbita, y a veces ni despegar. Son como sirenas varadas.

     La adherencia y la viscosidad de la "atmósfera" de desánimo y autodesvalorización que rodea a las personas de las clases menos favorecidas, hacen que el "despegue" en estos casos sea mucho más difícil puesto que las posibilidades de refuerzo positivo son mucho más escasas.

     Pero hemos de pensar que ese "colocarse en la órbita" de disfrutar con el conocimiento, no puede considerarse un salto cualitativo en la naturaleza del niño o adolescente, porque siguen siendo "normales"; pero en una posición mental que les permite ver la realidad desde una perspectiva favorable. Cosa que, por otro lado, nos permite distinguirlos de los "listillos", que sólo cuentan a su favor con habilidades cognitivas, pero sin la chispa de la sobredotación.

     Por estos motivos, los esfuerzos que tienen que hacer los niños y adolescentes, de estas clases desfavorecidas, con altas capacidades intelectuales, son mucho mayores que los que tienen que hacer los ubicados en mejor posición social. Y como consecuencia, si una sociedad presume de permeabilidad entre sus clases, debe implementar en estos grupos la cantidad de energía necesaria para compensar el esfuerzo extra que precisan. Esta energía extra, por ejemplo, puede ser implementada mediante adecuados programas educativos.

¿Cómo evitar el perjuicio por el origen social?

- Detección exhaustiva.

     Porque los jóvenes y niños de colectivos desfavorecidos o insuficientemente incentivados de la sociedad (donde entran gran parte de las que se suelen denominar clases medias) suelen ser ignorados en sus méritos e interpretadas su respuestas a la marginación como rebeldía perturbadora o pasar desapercibida y entenderse como conformismo. Para mayor dificultad, los agentes sociales encargados de esta identificación, suelen adoptar una actitud reacia a la misma, cuando no están (o creen no estar) afectados por esta marginación.

- Programas de intervención generalizados.

     En este sentido no entendemos las reticencias de algunos profesionales, a la hora de implementar estas intervenciones. Reticencias que no se dan con la misma intensidad cuando se trata de evaluar otras NEAE. Un mal funcionamiento de estos programas  constituye un grave obstáculo, que va en contra del principio de igualdad de oportunidades.

     Mientras no se garantice que los niños con AACCII van a ser atendidos convenientemente, y mientras no se hagan pre-evaluaciones de los niños y niñas, antes de cundo se considera que la inteligencia está cristalizada (es decir, al menos durante el segundo o tercer ciclo de la Primaria), no podremos asegurar que no los estamos dejando al albur de situaciones no favorables para ellos y ellas.

- Oportunidades laborales reales.

     Debería ser habitual y tenidas en cuenta las capacidades de los aspirantes a empleos cualificados, y no ignorados, o simplemente relegados por potencialmente incómodos. Pero resulta difícil pensar que las empresas vayan a tomar un tipo similar de iniciativas. éstas, todo lo más que harán será tener en cuenta la mal llamada inteligencia emocional (idea gracias a la cual, sufrimos una una nueva versión del "proceso de culpación a la víctima"), si ésta repercute en un mayor rendimiento de sus trabajadores. Pero la alta capacidad de quienes no están bien posicionados socialmente, no es fácil que sea recompensada si no es por iniciativa estatal o social. y más en una época donde las becas de investigación, por ejemplo, se entienden como un mérito del currículo, y no como una medida compensatoria de las desigualdades sociales. Así vistas las cosas, se comprende facilmente que continuamos con la tónica de que quien sale desde un buen punto de partida, tiene la carrera ganada.