Puede que ambas palabras nos parezcan sinónimos, pero una leve reflexión nos llevará a concluir que, realmente, no es así.
El verbo vencer significa también derribar o hacer caer algo, generalmente de un modo intencional. En ciertas frases puede significar doblegar a algo o a alguien; es decir, imponerse a algo o a alguien.
Las victorias, en el lenguaje cotidiano son, usualmente, contra alguien; incluso en su etimología latina es así, aunque a veces como metáfora no se refieran a derrotar a nadie.
Pero, en general, la idea de victoria está ligada a competencia y a derrrotar a alguien.
No ocurre así con la idea de logro, que suele referirse a superación personal. La idea de logro nos parece preferible a la de victoria; implica establecer metas personales, o grupales, que pueden ser solidarias.