Los contenidos de este blog van desde la Psicología a la Antropología, pasando por la Historia o la Pedagogía. Esta mezcla abigarrada de disciplinas y temas tiene para mí un sentido claro y este sentido es que todas ellas son ciencias sociales o humanas, intensamente interconectadas unas con otras, debido a que todas ellas tienen un común objeto de estudio: el ser humano. Aunque cada una de ellas tenga su propia metodología e instrumentos de trabajo y de análisis, que les otorgan su propia personalidad.

sábado, 29 de enero de 2022

Sevillanas corraleras

     Si hacemos la consabida búsqueda por internet, al poner el término "sevillanas corraleras", lo primero que sale son las que cantó Rocío Jurado en la película "Sevillanas, de Carlos Saura, o bien salen distintas versiones de "corraleras de Lebrija":

!Nada más lejos de la realidad!

     Las sevillanas corraleras fueron siempre para cantar a coro, principalmente las mujeres del corral de vecinos. Ellas lo hacían en tono mayor, como corresponde a las voces femeninas, y con pocas exigencias técnicas y en una tesitura sencilla y no amplia, para que todas pudieran participar. Las sevillanas no son un palo que aparezca para que pueda lucirse una diva: son cantadas a coro.

     Las llamadas corraleras de Lebrija alcanzan su mayor relevancia en las Cruces de Mayo, pero en aquella localidad, las Cruces se colocan en intersecciones de calles, más que en patios o corrales, por lo que como mínimo pierde sentido si denominación de corraleras. A continuación veremos las diferencias musicales.

     Las corraleras de Lebrija suelen tener el mismo compás y las mismas letras que las tradicionales (con algunas excepciones), sólo que convierten algunas notas en recitados y hacen énfasis en algunos instrumentos domésticos, como el almirez, que, aunque se utilizan en las tradicionales, aquí lo hacen con mayor relevancia. Así, aunque nos alegramos de su actual popularidad, no creemos que eso signifique que las sevillanas corraleras no estén en riesgo de desaparición.

     Porque el que sea posible escuchar una forma musical popular en Youtube, Spotify o en cualquier espectáculo, no creemos que eso signifique que está viva.

     Y volviendo a lo del canto coral, incluso la web de Flamencópolis, pone como ejemplo de sevillanas corraleras a unas cantadas por nuestra admirada Niña de los Peines. Insistimos: las sevillanas son un cante coral. Casi el único junto con los fandangos de Huelva-Alosno o las verdiales (una parte de ellas). De ahí el contagio entre uno y otro palo, que ha terminado desvirtuando a éstas y haciéndolas irreconocibles y sólo cantables por más o menos profesionales.

     Una de las consecuencias más perjudiciales derivadas de este paso a versiones más profesionalizadas de las sevillanas, es que ya no pueden cantarlas todo el mundo: sólo los que tienen una tesitura amplia, sino también unas cuerdas vocales, y un aparato fonador bien entrenado.

     De acuerdo con esto, desaparece esa expresión sonora de la sororidad que constituye la convivencia cotidiana de las mujeres del corral de vecinos; las cuales, como cohorte demográfica, crean una expresión musical en tono mayor y tempo acelerado (esto último, una excepción en el flamenco), herramienta ideal para superar las penosidades de sus hábitats insalubres, estrechos, oscuros, precarios... La desaparición de este tipo de convivencia y la introducción de los tonos menores y las voces más graves de los coros y grupos rocieros, alejó a las sevillanas del flamenco y las llevó a las proximidades de la copla. Lo que es lo mismo que decir: alejarlas de lo "jondo" y acercarlas al terreno del entretenimiento y al "evadirse".

     Este proceso de cambio en las sevillanas, seguramente ha venido favorecido por la irrupción de los medios electrónicos de sonido, los cuales han ido arrinconando las voces naturales y reducido la participación de lis actores en el baile: un ejemplo más de la alienación del flamenco a sus creadores, ¿dónde surge ahora el flamenco? ¿existe ahora un lugar o situación donde germinen los cantes y palos flamencos?

     De momento, esos medios electrónicos han aproximado a las sevillanas a la música pop, con muy variados grupos, generalmente de hombres.

     A habido aproximaciones de las sevillanas al flamenco, como las de Rafael del Estad o Pareja Obregón; o aproximaciones a la copla, como la de El Pali, pasando por las más cercanas a las tradicionales, de La Canastera En general todas estas versiones, aproximándose a un tempo más lento, más parecido al de otros palos flamencos, y con letras más jondas, como otros.

     Flamencópolis. Cuando se habla del cante y baile por sevillanas, se suele hacer referencia a las seguidillas. Basadas en el compás de 3x4.

     Hay pocos trabajos, que sepamos, que se refieran a las sevillanas; uno de ellos es el de Ana María Durand-Viel, a pesar de ellas han hecho correr ríos de dinero que han contribuido a alejarlas cada vez más del flamenco, por culpa de esa aproximación tan descarada al pop o a temáticas folkloristas. Puede ser el momento de reclamarlas como propias (como al resto del flamenco) y recuperar los viejos contenidos de las sevillanas corraleras, cuyos autores y autoras reflejaban la vida cotidiana de muchos andaluces y andaluzas.

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